Como todo psicópata que se precie, mi primera víctima tiene que ser escogida al azar. Esto siempre es una demostración de que el acto maléfico en sí no significa nada personal, no tiene una motivación especial de causar dolor en represalia por alguna circunstancia previa. No. Todo es mucho más limpio, más aséptico y menos vulgar que una simple venganza contra el mundo, la sociedad o cualquier injusticia verdadera o falsa...
La segunda cosa importante es el procedimiento, que ha de ser exacto, inexorable, matemático y original. Sólo así puede prevalecer la belleza del acto.
La fecha elegida no podía ser más propicia: no me negarán que hay algo de ominoso en que todo comience el día de los Inocentes.
Así que procederé de la siguiente manera: esta noche tomaré los tres últimos dígitos del sorteo de la ONCE. Ese será el número que determinará la suerte de mi primera víctima pues, con ellos, elegiré el blog que resulte al contar dicha cifra sobre las categorías establecidas por ese mágico compendio de blogs que es Blogissimo. Por ejemplo, si el número fuera el 123, comenzaría a contar por la categoría “-Blogissimo-“, que en estos momentos tiene 7 blogs. Me quedarían otros 116 números, que contaría sobre la categoría “Arte y Cultura”, que contiene 134 blogs. ¿No es bello el sistema?
Esa será mi primera víctima...
2 comentarios:
Jack, Jack... ¿Y los blogs más allá del 999?
Esos se salvan. Pero ya caerán, ya...
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